jueves, 2 de diciembre de 2010

El pescador



Si el cielo y la tierra llegaran a encontrarse algún día, seguro que ocurriría en aquel lago.
Fernando estaba apoyado en la barandilla del barco con la brisa dándole en la cara. No olía a sal como ocurría en el mar, sino a los árboles y la vegetación que creían al otro lado de aquella laguna. Las montañas crecían un poco más allá, y con sus cumbres cubiertas de nieve parecían más cerca de lo que realmente estaban.
Estaba llegando el invierno y se notaba en la temperatura. El pescador se arrebujó debajo de la chaqueta y cruzó los brazos, empezando a tiritar. Aún a pesar del frío que tenía, no quería meterse dentro del barco sólo para poder contemplar unos minutos más aquellas vistas.
Antonio salió de la cabina y anduvo hasta él, también tiritando debajo de su suéter. Era un hombre de más edad que Fernando, acostumbrado al mar, la pesca y la soledad, aunque sus canciones sobre sirenas seguían haciendo que Fernando se sintiera incómodo como el primer día que las escuchó.
-¿Te gusta el lago? –preguntó Antonio. Fernando asintió con la vista en el horizonte - Pues  déjame decirte que seguramente te deje de gustar tanto cuando lleves 25 años como yo haciendo la misma ruta todas las semanas.
-No creo que nunca me llegue a acostumbrar a algo tan hermoso… -murmuró Fernando. El viejo pescador sonrió con algo de tristeza.
-Por supuesto que sí. Y verás que, cuando deje de impresionarte tanto como el primer día, no lo verás tan bello como lo viste entonces. El ser humano se acostumbra demasiado a la belleza, la intenta hacer suya sin tener en cuenta que en cuanto la guarde en su pensamiento, esa belleza se transformará y le malacostumbrará. 

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La foto utilizada, y la que me inspiró para escribir ésto (aunque no me acaba de convencer lo escrito...) fue la foto del fotógrafo Uriel Lascano. Recomiendo visitar su blog, tiene fotografías realmente hermosas. 

8 comentarios:

  1. Clap, clap, clap, clap.

    Me saco el sombrero ante tí Azufre, ¡eres una escritora maravillosa!

    Entiendo que no te termine de convencer lo escrito, yo mismo soy bastante perfeccionista, y te apoyo para que sigas mejorando cada día, pero el cuento es muy bueno, y en 15 minutos, simplemente espectacular.

    Saludos, Uriel

    PD: Si no te molesta, subiré tu cuento también a mi blog. Espero un rato por tu respuesta.

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  2. ¿Te menciono como "Azufre" o otra manera? Ya tengo la entrada lista , cuando tenga tu respuesta la publico.

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  3. Mencioname como Azufre, está bien. Si puedes poner el link a mi blog, te estaría muy agradecida ^^


    Me alegro de que te guste. En este cuento eres también creador

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  4. Querida Azufre, por su puesto que el cuento veía con link y recomendación, ¿cómo no recomendarte luego de este gestazo tuyo?

    Por cierto, ¿cómo consigues la sangría (creo que se llamaba así el espacio al inicio de cada parrafo, ahora no esto seguro)? yo tuve que insertar unos 11 0 12 espacios...

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  5. Yo escribo en Word, y allí le doy al tabulador. Luego me limito a copiar y pegar, y queda así O_o
    Luego la otra opción es, en el medidor de centímetros que viene encima del word, hay dos flechitas: la de abajo indica sobre el tamaño del texto,y la de arriba sobre el inicio del texto. Mueves la flechita hasta donde quieras y ya se queda así para el resto del texto

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  6. Pues mira, yo también escribo en word, pero no usaba la sangría porque pensé que no copiaría ese formato.

    Para mis entradas al blog ya me acostumbré usar un enter luego de cada párrafo en lugar de la sangría, pero al momento de transcribir tu cuento me sentí algo cutre al tener que darle a los espacios.

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  7. En realidad no solo nos acostumbramos a la belleza, sino a todo, es por eso que se dejan de disfrutar muchas cosas o encuentras los defectos que alguna vez no viste, como en las relaciones de pareja, que muchas veces quien te fascinaba o resultaba increíble ya no lo ves igual, realmente sucede en todo, y sin embargo si el viejo emprendiese un viaje para ver algo diferente, probablemente terminaría apreciando aún más la belleza del lugar.

    Probablemente, como los salmones regresaría a morir allí.

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  8. Anónimo, me gusta mucho la idea de los salmones que vuelven a morir al sitio que los vio nacer. Creo que es la idea ideal para expresar este cuento.

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