lunes, 27 de junio de 2011

Pájaros a través de la ventana



Daño. Te voy a acabar haciendo daño.
Ciertamente. Esto no es bueno. Para ninguno de nosotros, pero…
¿Pero? ¿De verdad piensas que hay algún pero?
No, realmente no. Pero me cuesta decir adiós.
¿Qué?
No, nada. Que es difícil.
Venga, tampoco te desanimes. No es un adiós, sino más bien… un hasta la vista. Ha sido agradable mientras duró, pero ya ha durado demasiado.


La dama de negro alargó la mano y tomó la del enfermo que estaba tumbado en la cama el hospital, con ternura como si acariciara a un recién nacido. Le ayudó a levantarse, a quitarse todas las sondas y los aparatos que aún le conservaban con vida. Que lo habían convertido en poco más que una planta los últimos ocho meses.
Pero por fin había acabado todo. Por fin era libre y por fin… Bueno. Por fin podría convertirse en uno de aquellos pajarillos que veía volar a través de la ventana.

miércoles, 22 de junio de 2011

Fragmento



¿Hubiera querido su esposo que ella se volviera a casar? Muchas veces era ella misma la  que se descubría con pensamientos de ese tipo y se moría de vergüenza. Cuando se habían casado, habían jurado que estarían para siempre juntos, hasta que la muerte los separara. Pero… ¿y después de que la muerte se llevara a alguno de ellos? ¿Tenía derecho el fallecido a seguir exigiendo una fidelidad extrema?
Maionette estaba cansada de estar sola. Y eso era lo que más miedo le daba, que llevaba diez años añorando algo que su propia mente se negaba a darle. Casi todas las mañanas se despertaba y tendía el brazo, aún con los ojos cerrados, hacia el otro lado de la cama, esperando encontrar allí aún a su marido. Luego notaba el frío de las sábanas, abría los ojos y se echaba a llorar al encontrarse sola. Así día tras día, mermando con cada despertar su energía. Y casi todas las mañanas, tras su llanto habitual, se volvía a sorprender sacando fuerzas de la nada para ir a despertar a su hija y aparentar ser una madre perfecta. 

miércoles, 15 de junio de 2011

Sangre




Miró al cielo: azul. Miró al suelo: asfalto. Se tocó la cabeza y notó algo húmedo que le bajaba por la sien, despacio, y que le hacía cosquillas cuando seguía su camino por el lóbulo de la oreja.
¿Qué demonios? Era sangre. Se encontraba tumbado en medio de la carretera, boca arriba y sin sentir nada desde la cintura hacia abajo. Oyó a alguien chillar a su lado, pero no consiguió girar la cabeza para poder ver quién ni por qué chillaba. A decir verdad, le daba igual…


Marcos abrió los ojos cuando el sol de la mañana atravesó el cristal de su ventana y le dio en la cara.  Trató de apartarse de la trayectoria de los rayos metiendo la cabeza debajo de la almohada, pero no lo consiguió. Después de revolverse durante varios minutos en la cama intentando recuperar el sueño, se dio por vencido y salió en dirección al baño.
Había tenido una pesadilla realmente horrible. No la recordaba bien, pero era algo de un accidente… Sangre… ¿cosquillas? Fragmentos y sensaciones sin sentido asaltaron su mente mientras el agua de la ducha le golpeaba la espalda.
Una pesadilla, tan solo un mal sueño… No hay por qué preocuparse.
                Salió de la ducha y se secó el pelo con la toalla. Se afeitó –como abogado lo que peor puedes hacer es ir mal vestido o mal afeitado y que tus clientes lo noten y salió hacia su cuarto. Buscó en su armario uno de sus trajes más elegantes, se arregló el pelo, se sonrió ante el espejo para darse energía y salió de su casa tras haber cogido el maletín.
                Algo le frenó al llegar a la puerta del edificio. Una sensación de haber olvidado algo. Como aún tenía tiempo, volvió a subir hasta el piso veintiséis y justo cuando cruzaba la puerta de su casa sonó el teléfono. Descolgó.
           ¿Hablo con el señor Marcos Morales Ramos? –preguntó una voz de hombre. Marcos miró el reloj para comprobar que aún le quedaba tiempo para una pequeña llamadita.
Sí, claro. ¿Con quién hablo?
Soy de la Policía Nacional. Acabamos de mandar un coche hacia su casa. Por favor, espere allí y los policías le explicarán con más detalles lo ocurrido . Marcos arrugó la frente, preocupado por primera vez en todo el día.
¿Qué ha pasado? –con un tono de voz más serio. El policía se quedó en silencio unos segundos que a Marcos se le hicieron eternos.
Ha habido un accidente. Un atropello. Su… su hijo está en el hospital.
¿Marquitos? –su voz se quebró. Se dejó caer hasta el suelo, aún con el teléfono en la oreja. Si todo aquello era una broma, estaba siendo la broma más pesada de la historia. Notó como empezaba a faltarle el aire como a un pez al que sacan demasiado tiempo de debajo del agua.
Según la identificación que llevaba sí. Necesitamos que venga al hospital a reconocerle.
¿Qué le ha pasado? ¿Está bien?
Se quedaron en silencio. El policía carraspeó y el sonido devolvió a la realidad a Marcos.

domingo, 12 de junio de 2011

Haciendo historia




No había arriba ni abajo. Tampoco derecha ni izquierda. Me encontraba, simplemente, flotando en medio de la nada, rodeado de oscuridad, rodeado de negrura. Tan solo un delgado tubo me unía a la nave que me había transportado hasta allí. Me sentía como un feto en un útero materno inmenso, tan en silencio, tan sólo, tan oscuro...
Nunca en toda mi vida me había encontrado tan solo como entonces. Ni siquiera cuando de niño me sentía un incomprendido que coleccionaba sellos en vez de jugar al futbol con los otros. Pero encontrarse allí, con un espacio imperecedero encima y un espacio imperecedero debajo, era una de las sensaciones más espeluznantes que había sentido en mi vida. Espeluznante pero infinitamente hermosa.
No sentía mi cuerpo. De hecho, era casi como no tener cuerpo que mover. El dolor de espalda que muchos días achacaba a mi cuerpo había desaparecido al no tener ninguna fuerza gravitatoria a la que obedecer. Todo era… era… maravilloso.
Pero maravillosamente aterrador. Si me hubiera encontrado en la tierra con mi ropa de toda la vida puesta, el terror habría sido mucho mayor. Pero me encontraba metido en un traje de astronauta de más de 130 kilos sin poder moverme en medio de un océano de estrellas. Esa seguridad me tranquilizó, y en vez de gritar a pleno pulmón me limité a  abrir muchísimo los ojos para poder grabar en mi retina todo lo que estaba viendo.
La nave NK19864836-JF me había llevado hacia allí, a kilómetros y kilómetros de todo lo que había conocido hasta entonces. Mi misión: experimentar con ciertos aparatos de medición que me habían enseñado a manejar en la Tierra. Tenía que comprobar si realmente podían ser utilizados en el espacio para misiones más importantes.
Y a pesar de que llevaba meses entrenándome para esto -¿meses? ¡Era como si hubieran pasado años! -, y  aunque tenía una radio que comunicaba con la Tierra, me sentí tremendamente mareado. Mareado por la sensación de ingravidez, mareado por saber que era el único ser humano fuera de órbita en aquel momento. Mareado por... por… por saber que estaba haciendo historia.
Miré a la Tierra, hermoso planeta. Desde donde me encontraba aprecié su intenso color azul, sus mares y sus continentes, pero me hizo gracia verlo boca abajo de como lo había estudiando yo siempre en el colegio: hemisferio sur hacia arriba, hemisferio norte hacia abajo. En ese momento estaba contemplando África al revés de como la había visualizado siempre en mi mente. Pero ella no era la que estaba al revés. Tampoco yo, que la estaba viendo distinta.
Simplemente, en aquel lugar no había ni arriba ni abajo.
Todo transcurría lento, muy, muy despacio, casi como si las cosas no cambiaran con el paso de los milenios. Me sentí como un pequeño plancton que contemplaba el movimiento pausado pero continuado de una enorme ballena.
En ese momento algo captó mi atención. Desde mi derecha -¿sería verdaderamente mi derecha? Nunca lo sabría –pude ver como algo se acercaba con una rapidez que contrastaba con el resto del universo que lo rodeaba. Directo hacia la Tierra.
Un asteroide. Grande, muy grande. Jodidamente grande.
… No… rogué. Nadie me escuchó.


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Una de las primeras cosas que intento de Ciencia Ficción...

viernes, 10 de junio de 2011

Hija de Lobos, de Víctor Conde (salida 13 de septiembre 2011)

¡Ya hay fecha de salida para la próxima novela de Víctor Conde!

Portada de Hija de Lobos,
de Víctor Conde
(editorial Minotauro)


Hija de lobos, anteriormente titulada Garou, es una novela de hombres lobos que el escritor publicará el 13 de septiembre con la editorial Minotauro.
Él mismo la ha descrito en entrevistas como una novela gótica.Afirma que es una novela de licántropos pero no basada en los licántropos cinematográficos, sino en los hombres lobo en los que se creía en la Edad Media.
Leído lo que he leído de este hombre, y teniendo en cuenta la evolución literaria que ha sufrido su escritura, me temo que se convertirá en una de las novelas que más rápido escalen en mi top 20 de literatura.






Y hablando de todo un poco: he conseguido leer el primer capítulo de la novela que está a puntito de sacar Víctor Conde con la editorial Hidra: Heraldos de la Oscuridad.
Perteneciente a la saga de los Heraldos, debo decir que, por lo que llevo leído, el libro tiene pinta de ser de lo mejorcito de este año. Se aprecia un toque más adulto, y por las conversaciones que he tenido con el escritor, me apuesto un brazo a que nos dejará con la boca abierta en un par de ocasiones.
Pero... a saber.

Silencio



No sé cómo pretendes que guarde un secreto como este…
Se miraron en silencio un largo rato.
Me prometiste que lo harías acusador. Suspiros.
Qué fácil es prometer cosas cuando no sabes exactamente la responsabilidad que conlleva. ¡Qué difícil es todo! Lo sabes, ¿no? El otro se rió.
Perfectamente. Pero así son las normas del juego: si no te gustan, la próxima vez no juegues
Silencio.

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Eh, llevo unos días que he vuelto a mi ritmo de escritura normal XD He vuelto a mi rutina de: "pssss Si al final no está tan mal el cuento -_- "
Ejercicios, simples ejercicios.




¡Hey! Esta es mi entrada número 100 del blog O.o Que rápido se pasan los días...

jueves, 9 de junio de 2011

El calcetín valiente




Cuando esa mañana Marcos se levantó, tan sólo llevaba uno de sus calcetines aún en los pies. No sabía a dónde había podido ir a parar el otro: buscó entre las sábanas, debajo de la cama, ¡y hasta miró en la cesta del perro por si había sido secuestrado! Pero en toda la mañana no pudo encontrarlo.
          Sin embargo, lo que Marcos no sabía es que el calcetín perdido había decidido irse por su cuenta. Llevaba más de una semana planeando su fuga, y aunque su pareja no quiso irse de aventuras con él, el calcetín perdido no abandonó su espíritu aventurero. Por eso cuando marcos decidió envolver sus piececillos entre las sábanas de su cama, el calcetín aventurero vio su momento y huyó.
          Durante varios días vivió inimaginables aventuras: luchó contra el perro en una pelea sin precedentes en el mundo de las piezas de ropa, habló con todos los insectos con los que se encontró, consiguió escalar hasta lo más alto de la más alta estantería... Realizó miles de hazañas inimaginables para cualquier otro calcetín. Se convirtió en un héroe entre los suyos.
          Sin embargo, una mañana, en un momento de despiste, la madre de Marcos lo encontró y lo cogió. Lo llevó hasta la lavadora, y tras vueltas y vueltas en remojo, lo tendió en el patio para más tarde volver a meterlo en el cajón de los calcetines que había sido su casa hasta que emprendió su aventura.
          Estar allí, en parte, le alegro: pudo volver a estar con su pareja, volvió a ver a todos sus amigos calcetines y  se hinchó de orgullo al enterarse que Marcos lo había echado tanto en falta. Sin embargo, dentro de su corazoncillo de nylon, el calcetín valiente sabía que ese mundo de tranquilidad no estaba hecho para él.
          En cuanto volviera a tener un momento se volvería a escapar. Y esta vez bien lejos, donde la madre de Marcos no pudiera encontrarle.

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Dedicado a mi querido calcetín, que anoche me abandonó. ¡Buen viaje, cariño!

miércoles, 8 de junio de 2011

Manolo y el aura



La cara de una persona muestra más sobre su interior que todo lo que se le pueda preguntar más tarde. El aura, aquello que rodea a las personas y que los otros notan a cierta distancia, es el único elemento del ser humano que no puede falsearse. Podemos operarnos para parecer más guapos o menos guapos, podemos añadirnos pelo, quitarnos pelo, cambiar nuestro lenguaje, echarnos colonia… Pero las sensaciones que transmites allá donde vayas siguen estando allí, y eso es lo que más debería importarnos a todos.
Por eso, y aunque Manolo no vio acercarse a aquel hombre, sí que notó su presencia. Y se asustó por el mal que rodeaba a aquella persona. Rezó por su alma, para que cambiara su forma malvada de ser y aprendiera a vivir más en paz con el resto de las personas.
En pleno rezo un puñal le golpeó por la espalda

sábado, 4 de junio de 2011

Cosas que nadie más sabe / Feliz Loliday

¿No resulta realmente odioso querer contar algo a gritos y encontrarte con una promesa de que no lo harás hasta dentro de unos meses?
Me hace mucha gracia ver blogs en Internet donde se preguntan cosas que yo ya sé pero no puedo contar. En fin...

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Por cierto, ¡feliz Loliday a todos!


Sacado de aquí:

El día internacional del Lolita, o tambien conocido como Loliday, es un evento creado con el propósito de:

♥ Informar al mundo sobre el Lolita
♥ Tener un día especial para vestir de Lolita :)
♥ Reunirse con otras lolitas 
♥ Celebrar el estilo y tod@s sus seguidores!





¿Cuándo se celebra?

Este evento se lleva a cabo dos veces al año:

♥ 1° Sábado de Junio -Verano-
♥ 1° Sábado de Diciembre -Invierno-





¿Por qué celebrarlo?

Realmente ser Lolita es de todos los días, cada hora y segundo que pasa,
pero también es bonito poder informar a quienes no conocen, convivir 
con las nuevas Lolitas, y seguir fomentando este hermoso estilo de vida.

miércoles, 1 de junio de 2011

Poligoneras



¡Coño con la tercera parte de la tetera! –murmuró Yanira tras haberle dado el manotazo al aparato. Mónica alzó una ceja y se levantó de la mesa.
¿Qué coño te pasa a ti?
Na’, joder, na’. Que estoy hasta los putos cojones de todo ya, joder. Del Cristian de los huevos y de su puta novia –murmuró. Se sentó en la cocina y perdió la vista entre los botes de la alacena.
¿La guarra aquella con la que se lió? Yani, no te preocupes: es una subnormal. Y además, no está ni tan buena como tú –Mónica se inclinó delante de ella y le secó las lágrimas con los dedos . Vamos, joder, que se te va a correr todo el rimmel…
Ojala no fuera el rimmel lo único que se me corriera…
Las dos chicas se rieron a carcajadas. La risa de la Moni sonaba como si un cerdito se estuviera ahogando, así que estuvieron largo rato hasta que consiguieron calmarse.
Venga guapa. Tú olvídate del Cristian, que es un cerdo, y de su nueva novia que es una zorra. Los animalitos a la granja. No te llegan ni a la altura de los tacones. Mira, vamos a ponernos toas lobas con esas faldas nuevas que nos compramos y vamos a ir a la disco a bailar toa la noche.
No sé, tía. No estoy con ganas de ir a la disco ahora.
Mónica se levantó y empezó a bailar delante de su amiga, de una forma muy provocativa con los brazos alzados y moviendo mucho la cadera. Yanira sonrió de medio lado.
Halate pa’llá que me das mucho asco.
Vamos guarri, que tienes una ganas locas de ir a bailar.
¿Si nos vamos me prometes que no volverás a ponerme tu sucio culo en la cara?
Te lo juro por mi santo padre que está en el cielo –Mónica se besó el anillo que llevaba mientras miraba a través de la ventana.
Pues vete afeitándote el chocho que nos vamos



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Esta fue la tercera tarea del taller de escritura en el que estoy actualmente metida. Teníamos que escribir un cuento cuya temática fuera "Poligoneras" y que empezara con "Coño con la tercera parte de la tetera".
Yo... ahora me siento sucia x_x