─Daño. Te voy a acabar haciendo daño.
─Ciertamente. Esto no es bueno. Para ninguno de nosotros, pero…
─¿Pero? ¿De verdad piensas que hay algún pero?
─No, realmente no. Pero me cuesta decir adiós.
─¿Qué?
─No, nada. Que es difícil.
─Venga, tampoco te desanimes. No es un adiós, sino más bien… un hasta la vista. Ha sido agradable mientras duró, pero ya ha durado demasiado.
La dama de negro alargó la mano y tomó la del enfermo que estaba tumbado en la cama el hospital, con ternura como si acariciara a un recién nacido. Le ayudó a levantarse, a quitarse todas las sondas y los aparatos que aún le conservaban con vida. Que lo habían convertido en poco más que una planta los últimos ocho meses.
La dama de negro alargó la mano y tomó la del enfermo que estaba tumbado en la cama el hospital, con ternura como si acariciara a un recién nacido. Le ayudó a levantarse, a quitarse todas las sondas y los aparatos que aún le conservaban con vida. Que lo habían convertido en poco más que una planta los últimos ocho meses.
Pero por fin había acabado todo. Por fin era libre y por fin… Bueno. Por fin podría convertirse en uno de aquellos pajarillos que veía volar a través de la ventana.
Que bonito^^
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