sábado, 30 de abril de 2011

Superhéroes y supervillanos



Todo estaba oscuro. La súper heroína se adentró por aquel callejón, aunque sus sentidos le pedían a gritos que volviera corriendo a su casa y se alejara de allí. ¿Dónde demonios se había metido el Doctor Impredecible?
A su espalda, oyó un ruido. Se giró y sacó la pistola, apuntando a un gatito que en ese momento salía de uno de los contenedores de la calle. Suspiró y bajó el arma, recuperando la normalidad en la respiración. Estaba con los nervios a flor de piel y no podía seguir aguantando el estrés de esa vida tan llena de sobresaltos.
Sin embargo… ¿quién derrotaría a los malos si no estaba ella allí?
De pronto, alguien le colocó una pistola en la nuca. Se tensó, dándose cuenta en aquel momento de que el gatito saliendo del contenedor no había sido nada más que una distracción preparada para pillarla por sorpresa. Y lo peor era que al Doctor Impredecible le había salido bien la jugada.
-Vaya, vaya, vaya. ¿Pero a quién tenemos aquí? Si es la magnífica Miss Licra-hola-me-gusta-marcar-cintura. ¿Cómo te va todo? –preguntó la voz desagradable del súper villano. La heroína puso los ojos en blanco.
-No es ese mi nombre, villano. Suéltame ahora mismo o lo lamentarás –murmuró ella con valentía. El Doctor se rió siseando entre dientes.
-No estás en condiciones de decidir. Yo tengo la pistola, y tengo el poder de decidir si tú mueres o vives. Adiós, mi queridísima archienemiga –murmuró.
El disparo hizo eco por todo el callejón.





No todos los superhéroes tienen por qué ganar siempre, ¿verdad?

martes, 19 de abril de 2011

Receta: Anorexia



Receta: Anorexia

Ingredientes:
1 Taza de Bajo Autoestima
2 Tazas de Auto-Control
3/4 Taza de Determinación
1 1/2 Tazas de Fuerza
2/3 Taza de Afán
2 Cucharaditas de Rutina
3 Cucharaditas de Secretos y Mentiras
3 Cucharaditas de Culpa
Una pizca de Rabia
Y 1/2 taza de lagrimas (opcional)

Preparación:
Combine todos los ingredientes en un alma frágil.
Mezcle hasta que toda la culpa se haya ido.
Sírvase en un plato pequeño con un vaso de Refresco Dietético.


Sección de blogs a favor de la anorexi
a


Querido diario:
Hoy hace tres años exactos que vomité por primera vez.
Recuerdo que en los primeros meses era algo fantástico: me sentía fuerte, independiente, mayor. Por aquel entonces, los dolores de cabeza no estaban asociados a mi nombre, como parece que lo están ahora. Recuerdo que hasta esos días mi pelo era brillante, mis uñas largas y fuertes y mi corazón brincaba de alegría dentro de mi pecho. Miro ahora hacia atrás y veo como mi vida era perfecta, o por lo menos más perfecta de lo que es hoy en día.
Ahora, todo es distinto.
Si empiezo a enumerar todo lo que he perdido, casi podría decir que todo mi mundo y a todos los que estaban en él. Cuando te niegas cada vez más a hacer una vida social normal, es lo que pasa: tus amigos y conocidos se acaban cansando de ti. ¿Para qué sirve tener a una amiga a la que sólo le preocupa quemar más calorías de las que come y que sólo habla de dietas? Les entiendo perfectamente, probablemente yo hubiera hecho lo mismo en otra situación.
La única amiga que me queda es Juliana, aunque tampoco es la misma amistad que teníamos antes. Cada cierto tiempo viene a mi casa e intenta sacarme a dar una vuelta, cosa que siempre agradezco pero normalmente nunca acepto. ¿Por qué?
Me da miedo el mundo exterior por todo lo que he pasado en él.
Es curioso como tus prioridades pueden cambiar tan radicalmente en tan poco tiempo. Las mías, por ejemplo, han cambiado un par de veces en estos últimos dos años, dando siempre giros de 180 grados y volviéndose contrarias de un día para otro.
Recuerdo que, antes de empezar a vomitar y dejar de comer, lo que quería era un cuerpo delgado como los que veía en las revistas y por la televisión. Quería tener una cintura y unos glúteos tan perfectos como los que salían por los medios… sin darme cuenta de que la solución no es dejar de meter calorías en mi cuerpo. Éste, el camino que he escogido yo, solo es creí un atajo. Pero ha resultado ser un atajo hacia la muerte
Luego, cuando ya llevaba más de trece meses con la enfermedad, empecé a volver a cambiar de nuevo mis prioridades: quería volver a ser tan feliz como había sido antes. Cuando pesaba diez kilos más, y aunque en ese momento yo pensara en lo desdichada que me sentía, era realmente feliz: tenía amigos, tenía una familia que me quería, tenía incluso un novio… ¿Ahora qué tengo? ¿Hambre? ¿Obsesión?
Nada de lo que me queda ahora merece la pena el sufrimiento que estoy pasando.
Porque me siento cansada, me siento apática. Me siento como si cargara una mochila de tres veces mi peso y no pudiera dar ni un solo paso más. Estoy caminando sobre un precipicio que se extiende a mis lados del que no puedo salir yo sola.
Es cierto que el psicólogo me ha ayudado muchísimo en todo este tiempo. Me ha enseñado a afrontar mi enfermedad (porque esto es una ENFERMEDAD, una distorsión de la realidad que nos hace vernos gordas) y me ha enseñado trucos para frenar la ansiedad que me domina día sí y día también.
El nutricionista también me ha ayudado mucho desde que le visito: discutimos la dieta que vaya a llevar cada día y mediante sus palabras comprendo que no todo en la vida es la belleza exterior. Intentando conseguir una belleza exterior que yo veía perfecta, prácticamente he asesinado la belleza interior que antes poseía.
Mi nutricionista es buen hombre, me comprende dentro de unos límites. Nunca me obliga a comer nada, tan sólo me da consejos y me amenaza con que me internará de nuevo en el hospital si vuelvo a bajar de los treinta y ocho kilos. Sé que lo hace con la intensión de que, con el miedo de volver al hospital, me controle. Y lo consigue, que eso es lo mejor.
No quiero volver a estar interna. Sentir como un tubo se me mete por la garganta hasta tus pulmones para ayudarte a respirar es algo que no quiero volver a repetir en mi vida. Los médicos me han contado que, por la mala alimentación que tengo, mi cuerpo casi parece el de una anciana de sesenta años. Y verás, querido diario, que te diga eso un joven y apuesto médico hace que se te caiga la cara de vergüenza.
El cardiólogo me ha dicho que, de seguir así, seguramente moriré joven de un ataque al corazón. Mi corazón, al parecer, no tiene energía suficiente para latir al ritmo que mi cuerpo necesita: si no alimentas un órgano, este órgano no tiene energía para seguir funcionando. Me  pasará lo mismo con los riñones, el hígado y el páncreas, me han dicho.



¿Realmente sabía que me enfrentaría a todo esto cuando empecé? ¿Hubiera empezado de saber todas las complicaciones que la anorexia y la bulimia atañen? No recuerdo si sabía todas estas cosas, pero probablemente si las supe. ¿Por qué empecé aún así?
Nunca creí que llegaría a esta situación. Todo comenzó con una dieta “voy a bajar hasta pesar sesenta kilos”. Cuando llegué a los sesenta y vi lo rápido que había sido, me propuse otro reto: voy a bajar hasta los cincuenta y cinco. Y cuando lo logré, quise pesar cincuenta y dos.
Y así sucesivamente hasta hoy en día: mido 1’72 m y peso cuarenta y ocho kilos. Y lo peor de todo es que si el nutricionista no me tuviera amenazada con que si volvía a los cuarenta y cinco me volvía a internar, probablemente siguiera bajando de peso.
¿Por qué sigo insistiendo en continuar con esta carrera de locos que sólo me llevará a la muerte? No lo sé. Conscientemente, sé que estoy loca y que no hablo yo sino que habla la enfermedad. Cuando pienso en el futuro, no me veo en él.
Pero quiero cambiar. Creo realmente que puedo hacerlo, pero sin autoestima no se puede conseguir.
Tengo tantas y tantas dudas… No sé qué será de mí, ni qué será de mi familia. Sé que mi familia está sufriendo lo mismo o más de lo que estoy sufriendo yo, y eso me apena tanto que se me encoge mi dolorido corazón.
Me he fijado que esta entrada de diario podría titularse “recuerdo”. Era precisamente lo que pretendía, hacer un seguimiento de todo lo que me ha pasado y todo lo que he sentido en estos tres años.
Después de tres años de intensa enfermedad, querido diario, prometo que a partir de hoy voy a empezar a mejorar. Te tengo a ti para aprender de mis errores a partir de ahora y no volver a cometerlos. Tengo a Juliana para aferrarme a mi antigua vida y tratar de volver a recuperarla. Y lo más importante: tengo a mi familia, que nunca me ha abandonado. Mi madre sé que estuvo a mi lado todo el tiempo que estuve inconsciente en el hospital, agarrando mi mano para ser la primera en desearme un buen despertar cuando volviera del mundo de los muertos. Y así lo hizo, y recuerdo que cuando la vi, tan ojerosa y despeinada por no haber dormido bien en días, me sentí la mujer más afortunada del mundo.
Porque aunque tenga una enfermedad en mi contra, sé que tengo a mi familia a mi favor.

Tuya para siempre:
Marta



-----------------------------

Para todas aquellas que tengan este problema y quieran salir. ¡Ánimo! No olvidéis que sois hermosas y que tenéis a mucha gente alrededor que os apoya. Creed en vosotras mismas y lo conseguiréis.

lunes, 18 de abril de 2011

Revista "Más Literatura" de abril





Más Literatura es una revista trimestral de literatura que informa de la actualidad literaria, además de ofrecer una selección de las mejores obras de escritores independientes, junto a informacion, utilidades y recursos destinados a facilitar la tarea del escritor novel.


Dejo también el enlace a la página Escritores Libres, que es la unión de los que publican en esa revista. Tiene una sección de foro, comentarios sobre escritura y en general, pone al alcance las mejores web sobre escritura.


En el número de abril contamos con un cuento cedido por Víctor Conde (que recientemente ha cerrado su blog :( ) y  la entrevista que ya he publicado anteriormente en SinNombreOtraVez en esta entrada 
Hemos aumentado, casi doblado la cantidad de hojas de la revista, rediseñado sus secciones y, sobretodo, le hemos puedo un poquito de nuestros corazones ;) 


Debo dar también la enhorabuena a Carlos, de El Antro de los Vampiros, que ha publicado por primera vez un cuento con nosotros. 
¡Espero que os guste!




-------------------------------------


Por cierto, y creo que ya va siendo hora de decirlo... Me podéis encontrar por facebook con el nombre Azufre Rfr.  ¡Sorpresa!

jueves, 14 de abril de 2011

Sólo un whisky más



El hombre entró en el bar, tambaleándose y viendo el mundo girar delante de sus ojos. Nadie se fijó en él cuando se sentó en una de las mesas y pidió otro whisky. ¿Fijarse en un borracho? Los hay en todas partes, nunca es novedad. No merece la pena ni mirarles.
                El hombre pasó la mirada por todos los consumidores del recinto, con un deje de odio en los ojos. ¿Qué se creían, o suficientemente  importantes para no prestarle atención? ¿Acaso eran unos malditos reyes, o qué? Nunca llegaría a entender a la sociedad que le rodeaba, siempre tan preocupada por la apariencia, siempre tan angustiada por enseñar sólo lo bueno y nada de lo malo de la vida. Todos éramos, a la vez, ángeles y demonios, ¡así que deberían dejar de fingir que son perfectos!
                Cuando el camarero le trajo el whisky se empeñó en que lo pagara en el momento. No confiaba que, después de tomarlo, lo siguiera abonando. El borracho lo miró con malestar y sacó su cartera, abonando la consumición sin decir nada más.
                -Disculpe, camarero –murmuró arrastrando las sílabas. Le costaba hablar, notaba la boca seca, así que dio un sorbo a su bebida. El camarero le miró con cierto asco contenido, cosa que le enfureció aún más.
                -Dígame
                -Si algún día ve a mi mujer, preocúpese –respondió. El otro le miró con curiosidad, sin entender.
                -¿Cómo dice? –preguntó. Se notaba que tenía ganas de irse, así que el borracho lanzó una carcajada y decidió dejar de entretenerle más.
                -Le digo que si algún día ve a mi mujer, debería preocuparse. La acabo de estrangular hace unos minutos –murmuró. El camarero abrió mucho los ojos, con terror, y el borracho lanzó risotadas a diestro y siniestro -. ¡Así es, a esa zorra le está muy bien empleado por desobedecerme! Si vieras como se agitaba cuando se quedaba sin oxígeno…
                El camarero se alejó de allí para llamar por teléfono. El hombre borracho sólo esperó a que viniera la policía a por él. 

lunes, 11 de abril de 2011

Descubriendo estilos: Los haikus




Los haikus según la wikipedia:

El haiku (俳句?), derivado del haikai, consiste en un poema breve de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente. Es una de las formas de poesía tradicional japonesa más extendidas.Su temática está relacionada con la naturaleza.

A pesar de que lo más común es que hable de la naturaleza, no tiene porque. Hay haikus de sentimientos, de sensaciones, de actos... Hay tantos haikus como personas escriben uno.

Es divertido escribirlos. No debe tener rima, lo que lo hace mucho más sencillo. Sin embargo, es un reto realmente grande tratar de contar algo en tan solo 17 silabas. Los haikus no tienen título.

El otro día, para un concurso, intenté varios haikus por primera vez en mi vida. Pongo uno de ellos por aquí (os podéis reír, me salieron horribles :P)



Dentro del hogar
El agosto infinito
Cuerpos sudando


Si os interesa, recomiendo pasarse por El Rincón del Haiku, mas si queréis iniciaros en esto del haiku es mejor pasarse por esta web  


¡Probemos nuevos estilos de la literatura! Nunca hay que cerrarse

viernes, 8 de abril de 2011

Encontrando tesoros enterrados



<< ¿Dónde escondí ayer mi tesoro? Tenía que estar realmente cerca, sí… Lo siento, debe de estar cerquita de por aquí. Muy bien, pensemos. Yo ayer anduve por aquí. Me paré bajo este seto, recuerdo que me atusé la cola. ¿Y después? Después, después… ¡oh, maldita cabeza la mía! Después recuerdo haberme encontrado con Michele. Bueno, a decir verdad sólo la vi de lejos, con su espectacular figura saltando de un lado a otro. ¡Quién pudiera ser nuez para poder andar entre sus brazos! Y después… después seguí andando hasta ese árbol, sí. Lo recuerdo.  Ayer en este mismo lugar me encontré con una flore lindísima, amarilla. ¡Allí está, allí está! Muy bien, ya estoy siguiendo mis pasos de ayer, cada vez estoy más cerca de conseguirlo.  Junto a la flor me paré y la olí. Estuve un rato aquí, y… ¡Dios mío, debí enterrarlo por algún lugar cercano! ¿Dónde demonios está? ¿Por qué siempre me pasa esto? >>
La ardillita continuó caminando de un lado a otro, buscando, olfateando. De pronto, se encontró con una nuez caída de uno de los árboles y corrió hasta ella. La cogió entre los bracitos con un gesto de triunfo y se subió al árbol rápido como alma que lleva al diablo, pensando “ésta prometo que no la enterraré para no perderla"

-----------------------

Curiosidad: 
Las ardillas pierden más de la mitad de las nueces que esconden, porque se les olvida dónde las escondieron. Pero con esto contribuyen a plantar más árboles.

jueves, 7 de abril de 2011

Eurodiputados caraduras



Erase una vez, unos hombres que vivían decidiendo el futuro de todos los países a los que representaban.
-¡Austeridad ahora que estamos en crisis! –les pedían a sus ciudadanos.
-¡Sed ahorradores! –decían de cara al público.
Pero llegó el día de la decisión: ¿perder sus privilegios como los viajes en bussines o sus dietas excesivas? ¡No señor! Ellos eran Eurodiputados, tenían que vivir bien porque, sino, no descansarían tanto como se merecían. Así que votaron, casi todos a favor de seguir derrochando como habían hecho hasta entonces.
Si no estaban bien descansados… ¿quiénes iban a decidir lo mejor para sus países y lo que harían todos durante esa crisis?

-------------------------------------

Hace unos años, en un viaje a Estrasburgo, pude entrar en el edificio de los Eurodiputados. me quedé maravillada por la belleza y la limpieza del lugar, desde luego inmejorable.

Pero sin embargo, ayer nos llegó una noticia sorprendente: en una votación en la que ellos mismos decidían si a partir de entonces los vuelos en avión de menos de cuatro horas los hacían en clase turista en vez de en bussines como estaban acostumbrados, prácticamente todos los Eurodiputados de España han votado que no. Es decir: cuatro millones de parados en nuestro país y nuestros representantes en la UE se niegan a bajar un poco sus ventajas. 
Twitter está que echa humo con su #Eurodiputadoscaraduras. 

Se lo merecen, por derrochadores. 

sábado, 2 de abril de 2011

El pajarito y la niña no tan niña



Había una vez, una niña que, aunque era mayor, seguía siendo una niña.
En su jardín, una buena mañana, encontró un pajarito que se estaba muriendo. Tenía los ojitos cerrados y le costaba respirar, y la niña no tan niña decidió recogerlo para curarlo. Así pasó un día entero, dándole de comer y llenándole el buche con una jeringuilla para que el pobre pajarito tuviera siempre la barriguita llena y así se curara mejor y más rápido.
Pero el pajarito no mejoraba. Cuando llegó la noche, lo arropó con todo lo que pudo y rezó para que sobreviviera. Apenas pudo dormir, pues se sentía desdichada por el sufrimiento de aquel animalito que había recogido.
A la mañana siguiente, lo primero que hizo fue ir a verlo y comprobar que, aunque más débil,  seguía con vida. Lo volvió a alimentar y se fue.
Volvió apenas 4 horas más tarde para volver a darle de comer y seguir con su  recuperación. Pero cuando miró la jaula se dio cuenta de que algo no andaba bien: el pajarito había andado un par de pasitos y se había caído encima del bebedero que le había puesto la niña no tan niña.
Lo cogió entre sus brazos. Le abrió la boca y comprobó que no había digerido la comida anterior. Se le encogió el corazón sabiendo que el final se encontraba cerca.
Se levantó y dejó al pajarito en el suelo, al sol. El pajarito abrió por última vez los ojitos, miró a la niña no tan niña con eterno agradecimiento, y luego cerró los ojos para no volverlos a abrir nunca más.
La niña estuvo sentada a su lado, bajo el sol, media hora más. Sabía lo que había pasado: a pesar de sus esfuerzos, no había conseguido curar al pajarito. Pero, en cierta manera, por la última mirada que le había regalado el animalito, ella supo que sus últimos días no habían sido desdichados.
Al contrario: le había dado tiempo de ser feliz una última vez en su vida. Y eso, desde el cielo de los pájaros, se lo agradeció.



Creo que es lo primero auto-biográfico 100% que escribo aquí.