-Eres interesante
-No lo soy
-Lo eres, no lo niegues. Lo sabes.
-Soy como cualquier otra
-No es cierto.
-Mi juventud te engaña. Soy una persona como cualquiera, con sus defectos y virtudes, sólo eso. No soy especial, no soy única y no soy absorbente.
-No es cierto. La gente de tu generación no se parece en lo más mínimo a ti.
-Eso lo dices tú. Yo los conozco y ellos me conocen a mí. Sí, soy diferente a ellos, pero eso no significa que sea mejor. Tampoco significa que debas tratarme como algo más que lo que soy: una chiquilla que descubre mundo.
La dama de negro sonrió y le tendió la mano a la joven del suelo. Ella le cogió la mano, levantándose y dejando atrás su cuerpo.
-Tan sólo pienso que si fueras mortal como yo, no te fascinaría tanto.
Muy interesante, reconozco que hasta el último párrafo no tenía ni idea hacerca de qué iba el cuento.
ResponderEliminarSaludos, Uriel
Jiji, Uriel, eso era lo que esperaba conseguir ^^
ResponderEliminarEstá un poco escrito sobre la marcha, al estilo tormenta de ideas.
Como sabes que me gusta este tema y que he devorado bastantes veces "Sandman" de Neil Gaiman y sus especiales de "Muerte", ésta historia no me ha cogido por sorpresa aunque sí me ha gustado cómo la has llevado.
ResponderEliminarCuentas muy bien las historias, felicitaciones =)
Debe ser porque aquí, muchas de las formas que se le dan a la muerte es esa desde el título imaginé que sería algo así, la imagen que vino a mi mente al leerlo, fue similar a lo que hacían los ágneles en la película de un ángel enamorado de Nicolas Cage.
ResponderEliminarWohh!! :O
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