María Antonieta era hija de unos mineros, pero a ella lo que más le gustaba era sentarse en los carros de carga y contemplar el horizonte.
Una mañana, su carro preferido para descansar no estaba, y se pasó toda la mañana buscándolo. Como no lo encontró, buscó otro sitio y se recostó entre los arbustos, quedándose dormida por culpa de la comodidad.
Quién diría que llevo toda la vida acostumbrada a un carruaje mohoso por miedo a cambiar de sitio y, cuando lo hago, descubro algo muchísimo mejor…
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Foto de Hyracodon (si pincháis en el enlace iréis a su página de deviantart) de hace cerca de dos meses. Luz de la foto retocada por Yarko, para que pareciera ochentera.
escribes genial... (he estado bicheando tu blog para verificarte esto...)
ResponderEliminar(te sigo, va??)
aunque ahora me da error para seguirte :S:S
ResponderEliminar(lo intentaré mas tarde)
Muchas gracias, bixitoluminoso (me encaaanta tu nick! Es tan mono o^^o), tanto por tu comentario como por que e tengas ganas de seguir este blog.
ResponderEliminarte sigo desde hoy, me gusta tu blog, por cierto, el mio es renovado!
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