miércoles, 9 de marzo de 2011

La bailarina dentro del joyero



Marisa notó la música que resonaba por toda la casa en cuanto puso un pie dentro. Sonaba débil, pero era una melodía que rebotaba por todas las paredes y no dejaba ningún rincón sin rellenar con esa dulce musiquilla rítmica y triste.
                La joven dejó la maleta a la entrada y se adentró en el piso. Era un piso pequeño, lo máximo que había conseguido con el poco dinero que había conseguido con la beca. Pero era su piso, y eso, era al final, lo único que importaba.
                Recorrió todo el pasillo con lentitud. En cuanto entró en su habitación encontró un joyero abierto y  la pequeña bailarina de dentro danzando. Sonaba El Lago de los Cisnes, su ballet preferido desde que era niña.
                Había pasado mucho tiempo desde que su madre le había regalado ese joyero. Tanto tiempo que ya casi no recordaba si había sido por un cumpleaños, por un santo o por reyes. El caso es que lo tenía y lo había traído junto con sus pertenencias más preciadas a su nuevo piso de estudiantes. Había dejado muchas cosas en casa de sus padres, pero aquel joyerito, con aquella bailarina danzante que nunca se cansaba de bailar, tenía un significado oculto para el resto del mundo que sólo se mostraba para ella.
                Con El Lago de los Cisnes siempre se acordaba de sus padres y le venían a la memoria recuerdos divertidos y agradables del tiempo que habían pasado juntos. Ahora, viviendo en una ciudad que no era la suya y tratando de labrarse un futuro como mujer independiente, sentía que sólo podría conseguirlo con un apoyo invisible.
                      Y ese apoyo, al final, acababa estando en esa cajita








Este cuento me acaba de salir ahora mismo de dentro y me acaba de parecer muy bonito. Por lo menos, lo era en mi mente cuando lo he imaginado... en un par de días veremos si encuentro que su forma física también ha resultado ser bella.
El domingo pasado vi la película "El Cisne Negro" y me pareció realmente maravillosa. Y eso que yo no suelo ver ese tipo de películas porque me suelen parecer un poco pesadas, pero... El Cisne Negro ha conseguido que incluso escriba un cuento sobre bailarinas.
Otro de los motivos es que acabo de descubrir un blog que escriben una bailarina y un soldadito de plomo, y a mi esas dos figuras siempre me han parecido muy tiernas. 
Así que, un poco por una mezcla de todo y una pizca de melancolía me ha salido esto.


Por cierto: dedicado al blog http://elbauldelosjuguetesrotos.blogspot.com/ , que aunque no las conozco de nada, han sido gran parte de mi inspiración hoy.

7 comentarios:

  1. Mola! Te extrañaba a tí y a tus cuentos...
    Un beso!

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  2. *_* Me gusta mucho este Agueda!!^^

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  3. Gracias a los dos! He estado super liada cosiendo y yéndome de fiesta en estos carnavales XD Pero no se preocupen, no he hecho nada malo ;)

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  4. Águeda, sí que conoces a los dueños del blog. Gracias por dedicarnos la entrada. Todo un honor para mí, servirte de inspiración.

    Un besito, María y Eduardo.

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  5. LOL? Pues entonces ya es el segundo microcuento para el que me inspiras. Me acabas de dejar a cuadros.
    Me alegro que hayáis creado un blog. ¡Jo! A mí que me parecía super romántico dedicarle una entrada a unos desconocidos XD

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  6. Bohemia nos está "pervirtiendo" a todos con sus bailarinas y sus soldaditos de plomo. -.-

    Desde luego, creo que ha conseguido obsesionarnos por el tema de las cajas de música.

    Sobre Cisne Negro, como ya dije por mi blog, una grandísima película.

    En cuanto al relato, todo lo que tenga la música del Lago de los Cisnes no puede ser malo.

    Un saludo.

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  7. Yo no pervierto... ¿O sí? Lalalá, me vuelvo a mi caja musical... xD

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