Había una vez, en un rosal no muy lejano, una rosa que era diferente a las demás. Todas las demás rosas a su alrededor vivían entre rojos y verdes, entre carmín y bosque, mientras que ella tenía el color del cielo, el color del mar.
Las demás rosas se burlaban de ella por ser diferente, y la rosa azul lloraba rocío todas las mañanas cuando nadie la veía. Pasaron los meses y la pobre rosa única se sentía cada vez más desdichada, más triste y melancólica, mientras que las demás cantaban al amanecer todos los días, felices.
Una mañana, una mujer hermosa pasó por cerca del rosal. Se paró a contemplar su belleza, su luz, su hermosura, y tras oler a una y otra, se fijó en la rosa azul que lloriqueaba en un rincón. A la mujer hermosa le causó tanta sensación que, con ternura, la acarició.
-No te preocupes, linda flor azul, que porque sean iguales no son mejor que tú.
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Dedicado al rosal que vi esta mañana, que me alegró el camino
Azufre,
ResponderEliminarPrecioso relato! Me ha encantado la idea del relato dedicado al rosal que te alegró el camino.
Saludos, Uriel
Uriel, al final me voy a hacer fan tuyo por las monadas que me dices o^.^o
ResponderEliminarQue tengas una feliz noche
Azufre, me alegro de que te gusten mis comentarios, pero de veras que lo que escribo es sincero, tu relato me ha gustado mucho, me encanta la idea de resaltar aquello que nos alegra el día (esos son los TQD's que más me gustan).
ResponderEliminarYo, como fotógrafo, trato de hacer lo mismo, de resaltar aquellas pequeñas cosas hermosas de la vida, y presentarlas al resto del mundo, de márcárselas a aquellos que no van por la vida buscando sus más hermosos detalles, y no ven nada. Es como una forma de decirles: "Oye, mira esto que hermoso, y aquello de más allá" y a lo mejor fomentar la búsqueda de las cosas lindas del día a día en esas personas.
Gracias por tus deseos, que tengas una hermosa mañana y tarde.