viernes, 19 de noviembre de 2010

Una noticia bomba



El doctor se pasó una mano por el pelo, dejando ver por unos segundos el cansancio que le dominaba. Se rascó los ojos con ambas manos y lanzó un suspiro largo y lastimero al aire.
-¿Cómo ha ido? –preguntó el hombre que le acompañaba. El doctor abrió los ojos y se fijó en su acompañante, un hombre pálido y enfermizo de ojos grandes oscuros.
-Bien, ha ido bien –el doctor Michael se colocó de nuevo las gafas sobre la ganchuda nariz y bebió un sorbo del café que tenia sobre la mesa. Acto seguido torció el gesto y dejó el café frío sobre la mesa, dándose cuenta entonces que ya estaba allí cuando él llego al despacho. Y de eso habían pasado cerca de 40 horas…
-¿Cómo de bien? –preguntó el otro hombre. Era un hombre gangoso, de voz desagradablemente ronca. Michael supo que, si sus intuiciones de médico eran ciertas, el cáncer que tenía en la garganta estaría ya en fase terminal.
-El sujeto sigue vivo. No estable, pero podría haber salido peor
-Doctor Michael, si le soy sincero yo no estoy aquí pagándole millonadas para que me diga que lo mejor que puede decirme es que podía haber salido peor –siseó amenazadoramente el hombre pálido -. Necesito que esto salga bien.
-La medicina es así, señor. Nosotros no somos dioses ni podemos decidir si un cuerpo sobrevive o no a una intervención. Lo único que podemos hacer es ayudar a que salga lo mejor posible, aumentar las probabilidades de éxito. Y que sepa usted que lo que nos ha financiado no es moralmente correcto.
El hombre pálido se rió con ganas y a Michael se le puso la carne de gallina. El otro hombre puso sus manos en la mesa, inclinándose hacia él hasta ser la viva imagen de un buitre vigilando a su presa moribunda. Y eso era exactamente lo que Michael era para él: la presa que podía comprar con todo su asqueroso dinero y que no podía acusarlo de nada porque estaba atado de pies y manos.
-Sé perfectamente cómo es la medicina. Y sé perfectamente que usted también lo sabe, doctor, pero no me interesa lo más mínimo lo que pueda decirme o lo que pueda usted pensar. ¿Qué no es moralmente correcto? Eso ya lo sabíamos desde el inicio de los experimentos, tanto usted como yo. Pero no pareció importarle cuando le enseñé la cantidad de dinero que puedo darle tanto a usted como a sus ayudantes, ¿verdad? –sonrió con malicia - Así que puedo irme por esa puerta con mis cheques y usted no volverá a verme nunca más. ¿Es eso lo que quiere a estas alturas?
-No puede usted hacer eso a estas alturas, el experimento quedaría descolgado…
-Eso ya sería problema suyo, no mío. Y exactamente por eso, tengo el control de la situación. Y ahora, doctor Michael, cuénteme cómo transcurrió la operación.
-Sin problemas –respondió en voz baja y con la cabeza gacha. Demonios, lo tenía cogido por los huevos… -. El mendigo está perfectamente.
-¿Le ha insertado las bombas? –preguntó con un tono de voz más amable. El aire a su alrededor dejó de ser ácido y Michael volvió a sentirse tranquilo como antes.
-Si, en el tórax, como usted indicó. Casi dos kilos de explosivos totalmente indetectables para cualquier sensor. La bomba explotará en 78 horas –Michael miró el cronómetro que tenía colgado del cuello –y 47 minutos exactamente.
-Perfecto. Con dos kilos es más que suficiente para lo que tengo en mente… -meditó durante unos segundos el hombre.
 El doctor ladeó la cabeza con el entrecejo fruncido y aspecto preocupado. Se odiaba tanto por haber aceptado este trabajo… pero esto le permitía no tener que trabajar más en toda su vida, pensó de nuevo. Era el único pensamiento positivo que podía tener en aquel momento.
-¿Está conforme? –inquirió con preocupación. El otro hombre asintió con lentitud, pensativo -. Ahora que está hecho, ¿puede decirme lo que pretende hacer con este hombre-bomba?
-Lo único que le puedo decir es que saldaré muchas deudas en 78 horas. Ah, y le recomiendo que esté atento a los telediarios de aquí a unos pocos días, porque… pronto va a salir una noticia bomba.



No es exactamente lo que esperaba escribir en un principio (pensaba intentar algo de un estilo más biopunk pero me salió rana XD), aunque supongo que mal tampoco está. Sólo es un ejercicio más.

El ordenador principal que uso está roto hasta nuevo aviso (un netbook, tiene la tarjeta de red que no detecta internet), así que supongo que mis idas y venidas por este foro serán menos habituales que antes...

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