La Sombra sobre Innsmouth, H.P. Lovecraft

La Sombra sobre Innsmounth es una noveleta (novela corta) escrita por H. P. Lovecraft publicada en 1936. Pertenece al género terror-ciencia ficción, aunque los elementos de ciencia ficción son menores.

           La historia transcurre en el pueblo pequero de Innsmounth, en Massachusetts. El protagonista llega allí buscando una forma económica de llegar a Arkham, y por el interés y misterio que le suscita el pueblo de Innsmounth, decide visitarlo un día.

            La gente del pueblo es extraña: no les gustan los forasteros, no salen del pueblo y casi se podría decir que no dejan a nadie entrar. El protagonista decide investigar sobre el origen del pueblo y la gente extraña que se ve allí.

Todos los habitantes de Innsmounth poseen la llamaba “pinta de Innsmounth”: ojos vidriosos y grandes que no pestañean, piel escamosa y siempre húmeda, manos casi convertidas en garras, casi todo el pelo se les ha caído…

En esta novelita, que forma parte de los llamados Mitos de Cthulhu, descubrimos una nueva raza de inmortales: los Profundos. Adjunto aquí su descripción dentro del libro:

Creo que su color predominante era un verde grisáceo, aunque tenían un abdomen blanquecino. Eran brillantes y resbaladizos, pero su espina dorsal era espinosa. Sus formas eran vagamente antropoides, mientras que su cabeza era de pez, con ojos grandes y saltones que nunca cerraban. Al lado del cuello tenían agallas palpitantes y sus largas zarpas poseían membranas interdigitales. Andaban de forma irregular, a veces erguidos y a veces en cuatro patas. Estaba de alguna forma alegre de que no tuvieran más de cuatro extremidades. Sus voces croantes, aullantes, claramente usadas para articular el habla, poseían todos los matices de expresión que le faltaba a sus caras.

H.P. Lovecraft, "La Sombra sobre Innsmouth"

Hacía tiempo que un cuento/novela no me aterrorizaba de esta manera. Es más, no sé si alguna vez me ha llegado a dar miedo un cuento de la forma en la que lo ha hecho este. Está escrito de una forma muy personal (pues el protagonista y el narrador son la misma persona, y por tanto, la primera persona es la que se utiliza) y la trama vale la pena.

Es más: cuando anoche acabé de leerlo y me acosté a dormir, casi me dieron ganas de dejarme la luz encendida por si acaso. Y sí: tuve pesadillas.