-Mi amor, mi cariño, lo siento mucho. Me gustaría que volvieras a mí, que me perdonaras por todo lo que te he hecho. Nunca pensé en que te haría tanto daño…
El pequeño caracol se encogió sobre su concha y besó todas las pequeñas grietas que le habían salido por culpa de la caída.
-Todo ha sido culpa mía, por ser tan inconsciente…
Oh, es tan triste...
ResponderEliminarLo escribí un día que descubrí a un pobre caracol sin concha:(
ResponderEliminarperros
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